Un pequeño avance/apunte para mitómanos. Estamos grabando con una colección de trastos que realmente impresiona. Según de qué canción se trate, hemos utilizado hasta ahora cosas como un Vox AC-30 del 64, una Fender Telecaster Squire del 54, un amplificador para la armónica del 52 y una Gretsch Billy-Bob roja como la de Bo Diddley . Cada chisme cuesta un pastazo (decenas de miles de dólares, ¡ahí es ná!) y Hardy nos lo pone en las manos, como buen inconsciente que es. Intentaremos hacer un catálogo de todo y sacar fotos para que conste de qué clase de lujo estamos hablando. Por otro lado, hemos conseguido no derramar ninguna cerveza en tres días. Esto no garantiza que no vaya a pasar mañana pero, para Siniestro, es un auténtico record.
Hoy ha hecho un solazo de solemnidad por primera vez. Al mediodía, semejante trallazo deja ciego y la luz de Texas al atardecer es exactamente igual que la de “París, Texas”, la peli de Wim Wenders con música de Ray Cooder y con Natasha Kinski y Harry Dean Stanton de protas. La bandera de la estrella solitaria ondea como con más cojones con este sol. Este estado, que aspira a la independencia de los Estados Unidos, se lo robaron los yanquis a México. Algo vieron por aquí. ¿Petróleo tal vez?
Nuestro hogar, el motel Palace Inn (Palacín para los amigos), nos viene de perlas para hacer una foto como la de los guardaespaldas de Martin Luther King señalando hacia arriba después de que le balaseasen en uno igual en Memphis. A ver si conseguimos una recreación de la escena.
Algunos de los fieles y fielas de este cuaderno de bitácora se preguntarán que porqué no hablamos de canciones si esto, al fin y al cabo, es un disco. Bueno, prometemos ir contando alguna cosa. Hoy hemos acabado la canción que estrenamos en enero en la sala La Riviera de Madrid en la fiesta del centenario de la CNT. Si alguno estuvo por allí, sabrá que se llama Los Putos Amos. No hablamos de Siniestro, sino de los romanos, que conste. Pretendíamos hacer un disco de country y nos salen canciones como de AC/DC. El ruido es infernal, lo juramos, pero no tenemos la voz de Bon Scott ni la de Brian Johnson, así que hay que apechugar con lo que hay. Otra canción que terminamos hoy es The Very First One In The Drinking Line, que esta sí que es como de Johnny Cash (salvando las distancias, of course). Nos salió en inglés, que lle imos facer.
En fin, miles de besitos tejanos para tod@s y permanezcan a la escucha. ¡Mañana, mañana!
Lone Star
El viejo jodido blues
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