Hola, juventud. Hoy ha empezado la desbandada, lo que quiere decir que la banda se desmanda. Siempre hemos pensado que la convivencia se consigue mantener si -y sólo si- nos dejamos de ver de vez en cuando. Esta mañana Ángel llegó a la habitación de Blanco (el centro de reunión habitual) y dijo que tenía un billete de avión que le llevaba a Dallas para coger un enlace a Las Vegas. Como lo hacía a hechos consumados no pudimos insistirle para que se viniera con nosotros a Austin mañana. En fin, el caso es que Ángel ha mejorado mucho su inglés y ya es mayor de edad, dignidad y gobierno para hacer lo que le salga de las narices. Quedamos en hablar por teléfono por la tarde para saber que todos estábamos vivos. A estas horas, Ángel debe de estar jugándose las pestañas en algún casino o metiendo dólares entre las bragas o los slips de algún/a stripper. ¡Viva Las Vegas!, que decían Elvis y ZZ Top.
¡Yeehah! Esto es como una película. Como decía Nino Bravo, cuando Dios hizo el Edén pensó en América. Y cuando los cineastas de Hollywood inventaron las persecuciones de coches, los americanos las imitaron a pies juntillas. Hoy nos ha pasado rozando por la Sam Houston Parkway un Hammer a todo filispí (a toda hostia, para los no gallegos) y detrás iba un coche de la poli con toda la parafernalia de luces y sirenas. Un poco más adelante se pararon y sólo pudimos ver cómo se bajaba del coche de la pasma una policía que apuntaba con su pistolón a tres tipos enormes con los brazos en alto. En ese momento nos desviamos hacia la tienda de licores… Por si fuera poco (cuánto lamento que no haya más tiempo para contarlo) hemos visto lo que parece un chiste. Era una manifestación de los trabajadores de la NASA despedidos vestidos de astronautas y con pancartas como de Expediente X en las que ponía "La verdad está ahí fuera". Sólo faltaba una que dijera "Von Braun, cabrón, trabaja de peón". Están locos estos romanos.
Er... ¿Cómo decirlo? En tres palabras: ¡finito! “Country & Western” está visto para sentencia. Hoy hemos terminado un instrumental que se titula La Balada del Látigo y capta ferpectamente el ambiente de terror que se vivía en el barrio de El Calvario de Vigo bajo la amenaza constante de la Banda del Látigo, un macarra de mucho cuidao. Ennio Morricone no lo podría haber hecho mejor... Hemos grabado también los saxos de La Paz Mundial y a Hardy casi le da un ataque. Son absolutamente demenciales pero quedan de muerte mortal. Por si fuera poco, hemos repasado las canciones que traíamos grabadas de Casa de Tolos, el estudio de Segundo Grandío, y hemos escuchado todo el puto disco con Hardy. No falta ni una pandereta.
Tercer día de grabación en Houston y esto no tiene trazas de frenarse. Si el primer día grabamos todos los bajos y baterías y el segundo acabamos cuatro canciones, hoy hemos liquidado cinco. Gary Moon, el ayudante de Hardy, está definitivamente enfermo y no va a poder venir en lo que queda de curro. Esto nos deja solos a Joe Hardy, al grupo, a Blanco y a Mikel con su cámara haciendo de todo y todos a la vez. Promete paga extra a los que coloquen micrófonos y él no tenga que pasearse treinta veces por canción de un lado al otro del estudio. En realidad, la velocidad a la que vamos no es cuestión de dejadez, sino del trabajo que hicimos en Vigo (es lo que tiene lo de ensayar un poco) y el hecho de conocernos desde hace tantos años.